cuando
la
muerte
con
ella
se
lleva
un
ser
querido
el
cuerpo
ahueca
y
en
ese
vacío
se
fortalece
un
pedestal
de
piedras
que
nos
fortifica
pero
escapamos
del
peligro
de
embrutecernos
si
aprendemos
que
las piedras
sólo
son
la seña
de
nuestra
fragilidad
y
en
lugar
de
petrificarnos
como
cuerpos
fosilizados
nos
hace
blandos
como
la carne
atravesada
por
la espada.
[mausoleo]
a kevin power
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