sábado, 26 de julio de 2008

hiper-texto: sistema

1.-
[software] etapa de programación



sin refractaria armadura que la diluya
en su magnificencia relamida
escruto mi alma
no sé si es accidente o perspicaz lucidez
esta denotación
...pero en ella
entretejo mi red con esta cicatriz
[que es mi conocimiento de lo bello]
cicatrizándola...

bajo su tejido
esta naturaleza artificial
cultiva un dios pequeño
(minusválido)
marcado por su propio envejecimiento
su constante mutación arquitectónica

aquí en mi corazón cancelo todo esfuerzo migratorio
hacia una piel cualquiera
para evitar la lógica tirana que tu fragancia a mar
(a agua cristalina)
que impone como islote del naufragio

hay una trasmisión indescifrable
en sus claves de hermético decir
que se escapa de todo astigmatismo bifocal
en un sigilo seductor:
el sonido gutural
-y a veces tierno-
que en tu gemido entona
su hipnótico cantar
su aullido ecuánime

trazo una dirección
en este silogismo
y en su silente tímbrica
que estructura suntuosa
los puntos cardinales de cada pesadumbre
de cada azogue

con ello
no consigo aclarar la densidad del mapa que nos va embadurnando el alma con diademas
en cambio
logro simbolizar mi desnudez
con tan solo pensar que tu sexo revienta frente a mí

para comer sus trozos
paso a paso.

2.-
[fallo en el sistema]


hipnótico
con ganas de expandirme tras mis límites
limito mi frontera en la palabra
el borde al infinito que se traza inmortal
perplejo en voces

de mi dislocación extraigo un bálsamo salvaje
sanguinolento y mustio
que me embarra

en esta viscosidad anulaticia
percibo un rompimiento
un salto/alteración/falaz engaño
equivoco mi espacio con aquel territorio domesticado y lerdo
que antes fueron los sueños
imagino su ardor
desciendo la cascada
aprehendo el memorial
servil ceremonioso
aprehendo el absoluto de todo memorial
-que está en su vértebra dolida
su germen contraído-

mi indeleble sentido del deseo
y me contraigo en ti
como una duda
un disfraz epiléptico e infantil
que sueles apagar domado y dócil
con tan solo encender la ilusa llama
que de tus manos nace como cárcel
para en ella
fundirme en todo pensamiento
que sobre el afán de ser libre
lo libreras.

3.-
comandos [soporte material de otro lenguaje]


arrítmico
separado de toda sinfonía que organice mi ser
cumplo hasta la saciedad los mandos de tus gestos

esclavo de tus muecas
interpreto el silencio
como una soledad
que en su escondrijo
escarba una demencia quizás suya

obedezco tu ardid
como quien cumple en él
los designios de un dios
dado a la sinestesia y al dominio

como si no pudiera separarme de cierta dependencia dogradicta
pendo de tu mirada como si en ella estribe el halo de los días
o
la dolencia infinita de la felicidad
tuviese tu rostro tatuado
como seña de presencia inagotable.
caigo
mientras...
amy lee explota con la dinamita de su voz
la sensación de una desaparición
que en su garganta beso
estoy cayendo

desconozco la rapidez
de un labio digital
que pueda definirme
mejor aquí en tu boca

cada musculatura
un edificio derrumbado
cada tejido fibroso de estática flexibilidad
una torre caída en su propio vacío

este descenso en un viaje de revés

torbellino sinuoso que en ausencia de dios
revuelca la porquería con descaro y soberbia

exploro el vértice
dilatado y filoso
de mi pequeña tempestad
angulo el cuerpo
despellejando acaso su disfraz

debajo de esta máscara se ocultan mis miedos
las letras de mi vida cantarinas miserias que desdeño
cual humilde novela mal escrita convertida en best-sellect letal
para aquellos adeptos que la lean
sobre este pentagrama
se escamotean los signos de otra era
una pasmocidad barroca que rotunda y febril
nos viene a digerir...
adentro
caigo.

4.-
interfase [paréntesis narrativo]

en un lenguaje interior. es este mi susurro. lejos demasiado alejada de mí está tu gracia. como un punto y aparte en el camino el lugar transitorio que no alcanzo... tu cuerpo allí en esa lejanía palpa su levedad en esta espera. yo esculpo su silueta con salitre y le doy ese toque fantasma que tras el agua inunda. enveneno mi sed en esa noria rusa que es el duelo. despejo la ciudad trago su niebla edulcoro el paisaje sorbo a sorbo. cual aceite en su mar floto cual isla disecada -paralítico y embaucador- como las pinceladas de la sangre del suicida que adornan la comarca con su extraña leyenda de la duda. en mi kilometraje anestesio el relieve del viajar quizás embelesado. embelezco mordaz ancla en el tiempo. en esa marioneta que es el clown de mi espectro ventriculo el decir [fracciono el habla] lo difumino como quien hurga en cada resonancia aquellos cataclismos donde nunca se amparan los que no tienen nada tras sus almas. sólo me sé esconder en estos trazos para poder arder(me) sin peligro. caduco saturado en mi tiempo vencido en la etiqueta de mi nombre. todavía respondo cursiladas cuando cualquiera esgrime mi silencio. pues renuncio a disfrutar este atropello con que cada mañana acuñan la infiel numeración que me acompaña. sólo en lo divertido de la máscara acepto disentir. olvidar el cincel y la guadaña es una maldición porque más tarde engarza y nos destroza como si fuesen nubes nuestros sueños. aunque -talvez- los mismos se hallen lejos (allí donde tu cuerpo) y tanta soledad los disfrace en su estar aletargados de dulces pesadillas que ahora anhelo.


Omar-Pascual Castillo
Granada, España
Invierno de 2005

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